Los ojos son el espejo del alma y reflejan todo lo que parece estar oculto.Pero, además de la capacidad de brillar, los ojos tienen otra cualidad: funcionan como un espejo.Y reflejan al que lo está admirando. Así, si el alma del que observa está oscura, verá siempre su propia fealdad. Porque, como cualquier espejo, los ojos nos devuelven el reflejo de nuestro propio rostro.La belleza está presente en todo lo que fue creado. Pero el peligro reside en que, como seres humanos muchas veces alejados de la Energía Divina, nos dejamos llevar por el juicio ajeno.Negamos nuestra propia belleza porque los demás no pueden, o no quieren, reconocerla. En vez de aceptarnos como somos, procuramos imitar lo que vemos a nuestro alrededor(…)
Todos los seres que viven bajo el sol, desde los pájaros hasta las montañas, desde las flores hasta los ríos, reflejan la maravilla de la creación.Si nos resistimos a la tentación de aceptar que otros pueden definir lo que somos, poco a poco seremos capaces de hacer brillar el sol que hay en nuestra alma.
Manuscrito encontrado en Accra- Paulo Coelho
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