Intentando subsanar las limitaciones propias de la cámara fotográfica, Randy Scott Slavin idea técnica para tomar un punto en los 360° que abarca su amplitud, obteniendo resultados que él mismo califica de surrealistas.
Casi desde su invención se ha dicho que la fotografía, a pesar de todo lo sorprendente que es, tiene notables limitaciones al respecto del ojo humano (su modelo ideal), muchas de las cuales se intentan remediar con la aplicación de técnicas imaginadas por ingeniosos fotógrafos.
Este es el caso de Randy Scott Slavin, quien partiendo de dichas deficiencias de la cámara fotográfica se propuso componer imágenes que revelaran un aspecto mucho más acabado de la realidad, por lo menos en cuanto a perspectiva se refiere, llevando sus tomas a los 360° que es capaz de recorrer nuestro sentido ocular.
Para lograr dicho efecto, Slavin realizó varias tomas de una misma locación para después juntarlas y obtener estos sorprendentes resultados, los cuales el mismo fotógrafo califica de surrealistas aunque sin un abandono completo de la realidad.
Este es el caso de Randy Scott Slavin, quien partiendo de dichas deficiencias de la cámara fotográfica se propuso componer imágenes que revelaran un aspecto mucho más acabado de la realidad, por lo menos en cuanto a perspectiva se refiere, llevando sus tomas a los 360° que es capaz de recorrer nuestro sentido ocular.
Para lograr dicho efecto, Slavin realizó varias tomas de una misma locación para después juntarlas y obtener estos sorprendentes resultados, los cuales el mismo fotógrafo califica de surrealistas aunque sin un abandono completo de la realidad.
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